¿Sanidad privada o pública?
Cuando debemos elegir entre las largas listas de espera por la visita de un especialista a la sanidad pública o la atención prioritaria de un seguro privado es, para muchas personas, el momento de valorar cuál es la mejor cobertura para nosotros y nuestra familia: sólo sanidad pública o sanidad privada y pública.
Es importante tener claro que no todos los seguros de salud son iguales: algunos ofrecen una cobertura básica y otros que contemplan los servicios más variados. Desde los seguros de carácter básico que cubren la asistencia sanitaria primaria y de especialistas, a las que amplían prestaciones, como la cobertura de la estancia en hospital por intervención quirúrgica y otros.
Ambas modalidades son adecuadas y elegir entre una u otra dependerá de las necesidades del cliente. Las pólizas que cubren consultas con especialistas tienen un precio económico y nos facilitan el día a día, puesto que es más sencillo gestionar las citas a la conveniencia del usuario y no depender de los horarios y disponibilidad de la pública.
Por otra parte, si buscamos una cobertura integral que nos proteja frente a cualquier imprevisto de salud, gozaremos de las mejores coberturas a un precio adaptable en función de las prestaciones.
Aunque en España el servicio público de salud es bueno, el colapso actual en las consultas y la demora en las prestaciones, debe hacernos reflexionar sobre las ventajas que comportaría un seguro de salud privado que, frente a imprevistos y por una pequeña cantidad de dinero, nos proporcionan una atención rápida y personalizada.
La sanidad privada permite escoger al cliente entre una amplia gama de profesionales y centros médicos y en líneas generales éste goza de una atención más completa y pausada, ya que dispone de un mayor margen para la consulta, prueba diagnóstica o intervención. También suele incluir cobertura dental, un punto muy importante, puesto que es una especialidad que no cubre la sanidad pública.
Un aspecto a considerar en el momento de elegir entre la sanidad pública o privada tiene que ver con el tiempo. Ésta es quizás la principal desventaja del servicio público. En este caso, es común que haya largas listas de espera para intervenciones quirúrgicas, así como para obtener los resultados de alguna prueba y en el caso de necesitar cita con un especialista, en la pública deberá visitarnos primero el nuestro médico y derivarnos posteriormente al especialista correspondiente con la demora que esto supone. En cambio, en la privada podremos solicitar cita de forma rápida directamente con el especialista que necesitamos.
La atención personalizada, la facilidad para pedir cita con especialistas o la posibilidad de una segunda opinión médica son puntos a tener en cuenta a la hora de elegir entre la sanidad pública y privada. Algunas compañías disponen incluso de tratamientos de medicina alternativa que no ofrece la medicina pública.
Otras características de un seguro de salud privado son disponer de un cuadro médico en toda España y también en el extranjero, un punto diferencial para todos los viajeros.
Cabe destacar que cuando se trata de enfermedades con complicaciones serias o de enfermedades crónicas donde se necesitan tratamientos de larga duración la sanidad pública pone a nuestra disposición una atención y medios que, en estos casos, funcionan correctamente.
La sanidad privada no está para suplir las carencias de la pública, sino que debe ser una actividad complementaria para quien así lo desee. La privada es “un agente clave dentro del Sistema Nacional de Salud porque complementa al sector público y establece sinergias, que deberían impulsarse y ampliarse en beneficio de los pacientes y sus familias” explica Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad.